3.12.08

Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese qué sé yo, ¿viste?

Salís de tu casa por Arenales.
Lo de siempre: en la calle y en vos...
Cuando de repente, detrás de un arbol,
me aparezco yo...
(...)



Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
No ves que va la luna rodando por Callao;
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor... Bailá! Vení! Volá!




Yo sé que estoy piantao, piantao, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste... Vení! Volá! Sentí!...
el loco berretín que tengo para vos.


Loco! Loco! Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sabana vendre
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.

Loco! Loco! Loco!
Como un acróbata demente saltare,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad...
Ya vas a ver!

(...)
Viva! Viva! Viva!
Loca ella y loco yo...
Locos! Locos! Locos!
Loca ella y loco yo!

Música de Astor Piazzolla y letra de Horacio Ferrer para ambientar una pequeña selección de la magestruosa obra de Horacio Coppola. Fragmentos de Balada para un loco, un hito para el tango canción del año 1969, que acompañan al fotógrafo que supo retratar a Buenos Aires con la mayor fidelidad y expresividad jamás vista.