Duerme un poco y yo entre tanto construiré
Un castillo con tu vientre hasta que el sol
Muchacha te haga reir
hasta llorar
hasta llorar...
Los clásicos tienen esas cosas inexplicables que los hacen perdurar por muchos años. Su relectura, o reinterpretación, está ligada a su complejidad artística. Tanto en la música, como en la literatura, o casi todas las ramas del arte, volver a los clásicos permite educar la base del pensamiento crítico, no así con ejemplos modernos. Un clásico permite esa relectura miles de veces, siendo cada una de ellas un nuevo viaje del intelecto y de la creatividad. Muchas veces estas reediciones se publican, se masifican y se aplauden, no por su modernidad, sino por su génesis y por la capacidad de sus intérpretes de saber reelaborar un clásico para poder seguir escuchándolo. Versiones diferentes, en estudio, en vivo, artistas diferentes, invitados; todo favorece a permitir a un clásico seguir siendo escuchado sin ser escuchado...
Es así que yo tengo 5 versiones de The Wall... 85 de "House of the Rising Sun", cada una de ellas por un artista diferente...
Cada uno tiene sus propios clásicos.
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